Como algunos sabréis, lo último que he hecho en mi errático peregrinaje por la tortuosa senda de la comunicación ha sido presentar un programa para la Televisión de Galicia. Una dura pero grata experiencia que estaría encantado de repetir y de la que he aprendido mucho. No obstante, y como siempre he mantenido, yo soy hombre de radio. Siempre lo he sido. Y no es arbitrario el uso del adverbio.
Es bonito echar la vista atrás y darme cuenta de que siempre he querido ser lo que soy hoy. Por otro lado, nunca me habría imaginado que sería tan difícil y que habría querido tirar la toalla tantas veces. Esa ignorancia respecto a los obstáculos de la vida le era propia a la infancia de mi generación (desgraciadamente, los niños cada vez ignoran menos cosas y por tanto, son menos niños). Cuando me dan ganas de mandarlo todo a la mierda, recuerdo a este chavalín y me digo "venga hombre, levántate y sigue". Hoy es un buen momento para recordarlo puesto que he vuelto a ese sitio feo, oscuro y lleno de incertidumbre que visito cada vez que termino una etapa laboral. Y aquí estoy, con los brazos en jarra y mirando hacia arriba como un turista desorientado, esperando a que pase algo que me indique en qué dirección debo ir. De nuevo en un cruce de caminos, quince años después.
Aprovecho para dar las gracias a Isabel Tomé. De no ser por ella esta grabación no existiría.
Si te sirve de algo, a mi me encanta escucharte por la radio :)
ResponderEliminarEso no me sirve de mucho... ¡Me sirve de muchísimo! Gracias ;)
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